España está a punto de experimentar una transformación radical en materia de seguridad vial. La Dirección General de Tráfico ultima una serie de modificaciones normativas que endurecerán considerablemente el régimen sancionador, con medidas que ya están siendo tramitadas en las instancias parlamentarias y que el propio organismo considera prácticamente definitivas. Los cambios podrían entrar en vigor entre finales de 2025 y principios de 2026.
Alcoholemia: el margen se reduce al mínimo
La reforma más controvertida afecta directamente a los límites de alcohol permitidos al volante. El nuevo umbral se fijará en 0,1 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo que equivale a 0,2 gramos por litro en sangre. En la práctica, esto significa que tomar una sola bebida alcohólica podría situar a muchos conductores fuera de la legalidad.
El sistema sancionador quedará estructurado en tres tramos diferenciados. Entre 0,1 y 0,25 mg/l, la multa será de 200 euros con pérdida de 2 puntos del carnet. Si la tasa se sitúa entre 0,26 y 0,5 mg/l, la sanción ascenderá a 500 euros y 4 puntos. Por encima de 0,51 mg/l, el conductor se enfrentará a 1.000 euros de multa y 6 puntos menos en su permiso.
Para conductores noveles y profesionales, la normativa será aún más estricta: tolerancia cero absoluta. Cualquier rastro de alcohol en el organismo será motivo de sanción. Los casos que superen ciertos umbrales seguirán tramitándose por la vía penal, como ocurre actualmente.
Motoristas: cascos homologados y nuevas normas de circulación
Los motociclistas se enfrentan a cambios significativos. En carreteras interurbanas solo se admitirá el uso de cascos integrales o modulares, quedando prohibidos otros tipos de protección. Circular sin cumplir este requisito costará 200 euros y 4 puntos del carnet.
Por otro lado, se introduce una novedad que algunos países europeos ya aplican: las motos podrán utilizar el arcén derecho durante las retenciones de tráfico. Eso sí, bajo condiciones muy concretas. La velocidad no podrá superar los 30 kilómetros por hora, no se podrá obstaculizar a ciclistas y habrá que facilitar siempre el paso a los vehículos de emergencia.
Conviene tener cuidado con esta medida. Circular por el arcén antes de que la norma entre oficialmente en vigor seguirá siendo una infracción sancionada con 200 euros. No hay que confundir lo que está por llegar con lo que rige actualmente.
Adelantamientos peligrosos bajo lupa
La DGT ha puesto el foco en una de las maniobras que más siniestros provoca en las carreteras españolas. Los adelantamientos realizados en condiciones meteorológicas adversas, especialmente con nieve o hielo en el asfalto, pasarán a considerarse infracciones graves. Lo mismo ocurrirá con aquellos que rebasen líneas continuas de color rojo o que pongan en riesgo la estabilidad de otros vehículos.
Las sanciones económicas oscilarán entre 200 y 400 euros, dependiendo de la gravedad de la maniobra, y en todos los casos se restarán 4 puntos del permiso de conducir.
Pasillo de emergencia: obligatorio en retenciones
Cuando se produzcan atascos en autovías y autopistas, los conductores tendrán la obligación de crear un carril central completamente libre. Este espacio debe garantizar el paso rápido de ambulancias, bomberos y fuerzas de seguridad. No respetar esta norma supondrá una multa de 200 euros.
Se trata de una práctica habitual en países como Alemania o Austria, donde la eficacia de los servicios de emergencia ha mejorado notablemente gracias a esta medida. En España, su implantación busca reducir el tiempo de respuesta en situaciones críticas.
Zonas de Bajas Emisiones: más allá del medio ambiente
La expansión de las Zonas de Bajas Emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes continuará su curso. Aunque el objetivo principal es reducir la contaminación atmosférica, tanto la DGT como el Ministerio de Transportes defienden que estas áreas también contribuyen a mejorar la seguridad vial al reducir el tráfico y fomentar una conducción más pausada.
El conjunto de estas modificaciones representa el cambio normativo más profundo en seguridad vial desde principios de siglo. Queda por ver cómo reaccionarán los conductores españoles cuando estas medidas entren finalmente en vigor.